Adega do Sossego, además de producir vino Alvarinho, también es uno de los restaurantes más reconocidos de la subregión de Monção y Melgaço.
António Castro (o Toninho, como se le conoce), que en ese momento trabajaba en Termas de Melgaço, también era dueño de un café que alguna vez fue de sus padres y al que llamó Fonte Três, el negocio comenzó a ir bien, gracias al vino Alvarinho de su producción allí servido y a los bocadillos que lo acompañaban, terminando este éxito dictando la salida de los baños termales y la dedicación total a la gastronomía, pidiendo un espacio más apartado, alejado de la vista y del nacional. carretera, donde, con Sossego, se podía charlar, merendar y degustar los vinos.
En la parte trasera de Fonte Três, se encontraba la antigua bodega de los abuelos del propietario, que acabó sirviendo a estos clientes y amigos para obtener el ansiado pudor, creando así, en 1991, el restaurante Adega do Sossego.
El restaurante busca dar a conocer los sabores de la auténtica cocina portuguesa. Antiguamente fue la casa de los abuelos del actual propietario, donde hoy se pueden degustar los sabores de antiguas recetas.Algunas de las especialidades del restaurante son el pan de maíz, el sábalo frito con arroz, la trucha a la plancha con jamón, la Cabidela con arroz o a la bordelesa, ternera a la brasa de Sossego y gallo de Cabidela. Para el postre, sugerimos un vaso pequeño de la bodega y crema agria.
El cultivo de la vid es una antigua tradición familiar, iniciada con apenas 5 parcelas, ubicadas en la Parroquia de Paderne en el concejo de Melgaço. Actualmente, la uva utilizada por Adega do Sossego ya cuenta con 22 parcelas de viñedo, cubriendo una superficie total de 2,8423 ha. ubicado en su mayoría en la misma parroquia, en suelo de origen granítico, y ubicado en un microclima muy particular en el municipio de Melgaço, este microclima se caracteriza por ser un clima atlántico templado con influencia continental, con inviernos fríos y lluviosos y un clima cálido y seco. verano.
La presencia de un importante conjunto de espejos de agua ubicados en las cercanías (río Miño y principales afluentes) induce la regulación de la temperatura, lo que hace que los rangos de temperatura sean adecuados para la producción de vinos frescos y aromáticos. Aunque ya existe una tradición familiar de varias generaciones en la elaboración de vinos blancos y tintos caseros, fue en 2002 que, en una vertiente profesional que arranca con su primera producción de vinos de la variedad Alvarinho siendo lanzada al mercado con la marca Adega do Sossego, inicialmente concebida para acompañar los platos servidos en el restaurante, pero debido a su calidad y expresividad, la producción aumentó rápidamente, posibilitando la venta de vinos y espumosos en el exterior.
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